PRESENTACIÓN DEL PROYECTO

El proyecto Chupícuaro tuvo una dimensión regional y su meta fue lograr conocimientos renovados sobre la cultura preclásica de Chupícuaro que se desarrolló en el valle del Lerma. Desde sus inicios, el proyecto adoptó un enfoque interdisciplinario, combinando estudios paleo-ambientales y geofísicos, y los aportes de la bio-antropología, arqueo-zoología, geoquímica y traceología, entre otras cosas. El proyecto Chupícuaro logró consolidar la secuencia cronológica (entre 600 a.C. y 250 d.C.), a partir de las secuencias estratigráficas, las características de los materiales cerámicos y más de 40 fechas radiocarbono. La realización del mapa arqueológico regional permitió acercarnos a la organización socio-espacial de la población a través del tiempo y tener una idea de la jerarquía funcional de los asentamientos. Una atención particular fue dedicada a los modos de vida y en particular a las interacciones de las poblaciones Chupícuaro con su medio ambiente (explotación de los recursos minerales y animales, impacto del entorno hidrotermal en las poblaciones etc.). Asimismo se estudió la organización económica a través de sus producciones artesanales y redes de intercambio (figurillas de barro, vasijas cerámicas, obsidiana). Las excavaciones dieron informaciones inéditas en cuanto a la morfología y técnicas de construcción de las viviendas y de las estructuras monumentales. También, el hallazgo de sepulturas permitió mejorar el conocimiento de las prácticas funerarias y de los rituales mortuorios. Finalmente, una meta importante fue entender mejor las dinámicas culturales y las relaciones que Chupícuaro mantenía con el Occidente y con el centro de México.

Este proyecto fue financiado por la Commission des fouilles del MEAE (1998-2010), el ATIP- SHS del CNRS (2003-2004), el CEMCA y el laboratorio ArchAm del CNRS y de la universidad de Paris 1. En su segunda fase, fue financiado por el IUF.