JJA 2022

Márgenes americanos del período prehispánico hasta la actualidad. Definiciones, prácticas y desafíos

Org.: Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (UMIFRE 16, USR 3337, México), École des hautes études hispaniques et ibériques (Casa de Velázquez, Madrid), Instituto Francés de Estudios Andinos (UMIFRE 17, USR 3337, Lima)

Col.: Institut des Amériques (IdA)


Lugares de celebración
   ▪ México: Ciudad de México – CEMCA
   ▪ España:  Madrid – Casa de Velázquez


Fecha límite de inscripción: 1 de marzo (10h, hora de la Ciudad de México)
A través del formulario en línea


Argumento científico

Living on borders and in margins, keeping intact one’s shifting and multiple identity and integrity, is like trying to swim in a new element, an alien element.”

Gloria Anzaldúa, Borderlands/La Frontera: The New Mestiza, Prefacio.

La 13ª edición de las Jornadas de los Jóvenes Americanistas (JJA) se presenta como una oportunidad para reflexionar sobre los conceptos de márgenes, marginalidad y marginación, y sobre la manera en que estos son, o han sido, pensados, movilizados, y practicados desde las ciencias Humanas y sociales, los movimientos sociales, o la misma cotidianidad de las personas. Nos interesa la noción de margen por su carácter polisémico, abierto, pero también performativo, y por la violencia y la efectividad de las relaciones de poder que retrata. Por un lado, el margen puede ser entendido como periferia: desde una mirada crítica, en la tradición de Braudel o de Wallerstein, la dialéctica centro/periferia nos permite evidenciar las desigualdades e injusticias; pero por el otro, pensar (desde) lo marginal nos invita también a pensar (desde) lo incierto, lo indefinido. Ello nos permite imaginar espacios de posibilidades, heterotopías en el sentido de Henri Lefebvre (1974), nos permite pensar “espacios de esperanza” (Harvey, 2012). Nos parece importante subrayar que lo central y lo marginal, cambian según la perspectiva desde la cual se observan: un cambio de escala, sea espacial o temporal, puede hacer visible, o al contrario invisibilizar, formas de marginalidad. Estas jornadas nos invitan entonces a considerar los desafíos metodológicos y epistemológicos que presentan los márgenes, y a ¿Cómo las ciencias sociales, que tienden a crear y a pensar desde objetos fijos, estables, pueden integrar “lo fluido y lo borroso” (Monnet, 2001)?

Las JJA 2022 proponen estudiar el potencial epistemológico y crítico de las nociones de márgenes, marginalidad y marginación, a partir de tres ejes temáticos, esperando que estas propuestas para la reflexión (que son apenas esbozos) susciten interés, y fomenten un diálogo intenso y pluridisciplinario. Recordamos que esta temática tiene resonancias en varias épocas y que se abre a reflexiones diacrónicas. Las propuestas pueden relacionarse con herramientas reflexivas sacadas de varias disciplinas pertenecientes a las ciencias sociales y humanas. Sin querer ser exhaustivos, el evento podrá ser la ocasión de intercambiar a través de trabajos que se nutren de aproximaciones antropológicas, históricas, etnológicas, sociológicas, geográficas, literarias, audiovisuales, etc.

Las Jornadas se insertan en una tradición de intercambio entre jóvenes investigadores promovida, principalmente, por el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA), la Escuela de Altos Estudios Hispánicos e Ibéricos (EHEHI, Casa de Velázquez), y el Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA), con el apoyo del Instituto de las Américas (IdA).

Las Jornadas de los Jóvenes Americanistas, que tendrán lugar simultáneamente en las ciudades de México y Madrid, los próximos 6, 7 y 8 de julio, con modalidades presenciales (aunque no se excluye recurrir a modalidades virtuales si la situación sanitaria lo requiriese), servirán de espacio de intercambio pluridisciplinario entre jóvenes investigadores de Humanidades y Ciencias Sociales, provenientes de diversas instituciones y que trabajan sobre distintos periodos y espacios de las Américas.
 

El concepto de marginalidad ha sido central para la sociología urbana latinoamericana de los años 1960-1970 (ver los trabajos de Cardoso y Faletto, 1969; Nun, 2001; Quijano, 1972, 2014), en el contexto de la explosión demográfica en las metrópolis latinoamericanas, y de la formación de inmensos barrios informales en las periferias de las ciudades, por y para las capas más humildes de la población, que no tenían los recursos para alojarse en los centros urbanos. En contra de las explicaciones culturalistas de la pobreza y de los paradigmas desarrollistas y modernizadores, que predominaban en aquella época, un grupo de investigadores dentro de la CEPAL propuso una reconceptualización de la marginalidad, desde una perspectiva materialista, influenciada por el pensamiento marxista: los marginados son individuos a-funcionales para el capitalismo, quienes no han podido ser “absorbidos” por el desarrollo industrial latinoamericano, y sobreviven en el sistema informal, apoyándose en redes familiares y vecinales. Nos parece interesante rescatar los avances de estos primeros trabajos e intentar rebasar su sesgo economicista y su visión dualista de la sociedad.

Más allá de la perspectiva materialista, los procesos de diferenciación social y de exclusión también han de ser analizados desde los procesos identitarios. De allí podríamos reflexionar, por ejemplo sobre la construcción de las categorías de identificación étnico-raciales durante el periodo colonial (Bonniol 1992), y el lugar que ocupan dentro de las identidades nacionales (Helg, 1995; Cunin 2004), así como sobre sus implicaciones en la sociedad contemporánea (Núñez González et al., 2011). Desde la sociología urbana, María-Cristina Bayón (2017) ubica los procesos de exclusión en la encrucijada de factores materiales, biográficos, espaciales y simbólicos. También, desde la idea de interseccionalidad (Crenshaw, 1989, Roberts et al.,1997), científicos y científicas feministas han enfatizado la importancia del género como factor de exclusión, en su imbricación con otros factores (sociales, espaciales, raciales). Este eje se preguntará por ejemplo, ¿cuáles son los factores y los procesos que producen la marginalidad, en un espacio y un tiempo dado?; ¿cómo pueden estos ser analizados, en sus implicaciones sociales y espaciales?; ¿cambios de escalas analíticas, en el espacio o en el tiempo, pueden hacer visible (o al contrario invisibilizar) formas de marginación? 

La idea de “margen” nos lleva también a cuestionar la producción de representaciones sobre la frontera, la alteridad, y sus finalidades políticas. Los intereses coloniales en América determinaron representaciones de fronteras entre los imperios y el “Otro”, como en el caso de la frontera Mapuche del Reino de Chile, en el siglo XVIII (Gándara, 2016). Esta temática se extiende hacia la actualidad, con los debates en torno a las memorias públicas, invitando a una lectura crítica de los museos etnográficos o de la historia colonial, como en el caso del museo de América de Madrid (Bohoslavsky et al., 2011). Destaca también el papel de la memoria colectiva, y el problema de la silenciación o alteración de las voces de ciertos grupos, como lo muestra el ejemplo de la reproducción de estereotipos de géneros, dentro de los relatos de mujeres víctimas de las dictaduras latinoamericanas (Jelin 2002). ¿Cómo las disputas en torno a los usos de la memoria, sacan a la luz la temática de la invisibilización o de la silenciación de grupos dentro de los relatos hegemónicos?; ¿cómo la invención del otro ha favorecido su control, dentro de relaciones asimétricas de poder?

Vale también la pena cuestionar la a-funcionalidad de los márgenes y de los marginados. Existe, por ejemplo, toda una serie de vínculos e intermediarios que permiten a empresas formales emplear a trabajadores precarios, jornaleros e ilegales (Lomnitz, 1978). Las políticas migratorias segregativas juegan también un papel clave para la economía de los países del Norte, regulando la circulación de un proletariado mundial, actor de una “globalización desde abajo” (ver Besserer, 2016). Los márgenes aparecen aquí como márgenes… de beneficios para el capitalismo. Así, desde el estado, la regulación de los márgenes, el trazar el límite entre lo legal y lo ilegal, lo formal y lo informal, aparece como una herramienta de poder y de control (ver Foucault, 1975). Invitaremos entonces a los ponentes a preguntarse: ¿cómo los gobiernos latinoamericanos han gestionado sus márgenes y sus marginados?; ¿cómo los márgenes y los marginados pueden ser recuperados, utilizados, por el sistema capitalista?; ¿cómo se puede pensar la relación entre marginalidad, desigualdades e injusticias sociales y espaciales?
 

A diferencia del primer eje que cuestiona los márgenes y la marginación desde una perspectiva “exocéntrica”, es decir desde la perspectiva de un observador exterior y con propósito analítico, en el segundo eje se propone desarrollar una “mirada egocéntrica”, desde los márgenes y los marginados (Hiernaux & Lindón, 2004), para entender y restituir sus prácticas sociales y espaciales. Considerando estos espacios sociales desde un enfoque sociopolítico, se trata de poner al centro de los debates la capacidad de actuar (agency) de los que se encuentren segregados o excluidos. Primero, se trata de exponer y analizar las múltiples formas de resistencias abiertas (Bedarida, 1986; Geoffray, 2011), tomando en cuenta las relaciones entre los actores locales y las instituciones estatales o internacionales con el fin de explorar las complejas interacciones entre el “centro” y la “periferia”, como lo muestran ciertos movimientos indígenas (Favre, 2009; Cunin & López Caballero, 2021). En el caso de las luchas antirracistas, se observa, por ejemplo, en Brasil o en los Estados Unidos, conflictos en torno a las representaciones del pasado esclavista que llevaron a cabo su patrimonialización bajo nuevas leyes memoriales (Araujo, 2021). También los movimientos feministas, nos han mostrado su diversidad, sus diferentes vertientes y tensiones: por un lado su ONGización y participación activa en el Estado y por otro, la creación de la corriente autónoma y decolonial (Falquet, 2019). Este eje invita a preguntarnos: ¿cómo se organizan, o se han organizado, en diversas épocas, las poblaciones “marginadas” para enfrentar las lógicas que las excluyen?; ¿cuáles son las interacciones, conflictos, negociaciones o consensos que se han desarrollado entre los actores de los márgenes y las instituciones o representantes del poder?; ¿de qué manera estas formas de militancias influyen sobre las categorías identitarias, los prejuicios étnico-raciales o de género, la historia y sus representaciones?

A continuación, queremos también proponer a los ponentes una reflexión en torno de las prácticas resilientes y de la resistencia al nivel “infrapolítico” (Scott, 2009). Así, serán discutidas las constituciones de redes de solidaridad, más o menos informales, creadas por los “marginados” para organizarse de manera autónoma, con sus propias normas, como lo hicieron por ejemplo los esclavos cubanos dentro de los cabildos de nación en el siglo XIX (Brown, 2003) o, más reciente, los migrantes rurales en las barriadas de Lima (Adam & Golte, 1987). Se puede cuestionar también las prácticas económicas informales tomando en cuenta la tensión entre solidaridad y competencia generada por la precariedad como es el caso en Argentina (Gago, 2014) o en Cuba (Armengol, 2013). Además, este análisis puede ampliarse hacia las prácticas religiosas pues las entidades no-humanas pueden ser movilizadas, gracias a los rituales, en las estrategias de los actores como lo muestra la oposición de las comunidades campesinas contra la minería en Perú (De la Cadena, 2008), o el uso de la santería por los narcotraficantes colombianos (Castro Ramírez & Kerestetzi, 2021). Si ciertas de esas dinámicas se crean sobre una reapropiación de los estigmas, otras dan a ver prácticas de inversión crítica, como las burlas y las sátiras que se pueden ver en el teatro comunitario argentino (Fernández, 2013), los carnavales en el Caribe (Mulot, 2003), o los rituales funerarios en los Andes bolivianos (Geffroy, 2017). ¿Qué tipo de estrategias de sobrevivencia están desarrolladas por los actores frente a los efectos socioeconómicos y políticos que resultan de su exclusión?; ¿Cómo permiten generar otros “centros” y/o formular críticas políticas implícitas las prácticas culturales y religiosas que nacen en los “márgenes”?; ¿Cuáles son las interacciones, conflictos, negociaciones o consensos que se desarrollan entre los actores de los márgenes y las instituciones o representantes del poder?

Finalmente, invitaremos a los participantes a preguntarse por las epistemologías que nacen desde el margen, “desde adentro” (Lorde: 1984). Los movimientos antirracistas, indígenas y decoloniales americanos han mostrado también el potencial de sus reflexiones que se traducen en teorías académicas como la amefricanidad (Gonzalez,1988), el postdesarrollo (Escobar, 2005), la imbricación de los sistemas de opresión (Combahee River, 2006 [1977]), la protección del territorio cuerpo y territorio tierra (Cabnal, 2015) entre otros. Nos interesa también acercarnos a producciones artísticas y culturales desde los márgenes, como por ejemplo las crónicas urbanas de Pedro Lemebel (1995), que retratan la experiencia de la transexualidad, la exclusión social, y las prácticas marginales y contestatarias, en el Chile post-pinochetista. ¿En qué medida los pensamientos intelectuales y artísticos desde los márgenes han impulsado innovaciones científicas y culturales?; ¿Cómo tales innovaciones han sido integradas, discutidas o recuperadas por el mundo intelectual dominante?
 

El tercer eje propone salir de la dicotomía o la bipolarización (centro/periferia, rural/urbano, nacional/extranjero, pobre/adinerado, etc.) para iniciar una reflexión sobre la noción de margen como espacio intermediario y espacio de acción en el que se engendra / del que emerge la novedad (White, 2009). Por ejemplo, desde su propia experiencia de la frontera, Gloria Anzaldúa recupera del náhuatl el término nepantla para describir este espacio de violencia, pero también de posibilidades,; que hace “zumbar la cabeza con lo contradictorio” y que para ella supone “being torn between ways, in a state of perpetual transition and psychic restlessness” (Anzaldúa, 1987). Aunque reconoce que este espacio es incómodo, considera que este también incluye algunas alegrías. “Certain « faculties » – not just in me but in every border resident, colored or non colored – and dormant areas of consciousness are being activated, awakened.” 

Por otro lado, invitamos a cuestionar las dinámicas sociales propias de las zonas fronterizas en el contexto americano (Giudicelli [éd], 2011) o relativas a la circulación de los individuos. Las propuestas de comunicaciones pueden abordar el margen como un “entredós social”: una “zona gris” en el marco de estructuras sociales jerarquizadas (Bruneteaux 2013), “liminalidad” en contexto ritual (Turner, 1969) o “zona de contacto” (Pratt, 2011). Este eje nos invita a preguntarnos: ¿en qué medida el margen puede ser el espacio donde tienen lugar los intercambios, las circulaciones, las luchas de poder y concretarse en un espacio de negociaciones entre varios individuos y/o grupos (​​Bernabeu Albert, 2012)? Habría que pensar en los motores que pueden dinamizar la evolución de las fronteras de los espacios definidos como margen. Tal reflexión invita a cuestionar las diferentes escalas en las que se juegan esas potenciales reconfiguraciones a nivel tanto espacial, individual como estructural (Gruzinski, 2004). Las propuestas pueden también enfocarse en las estrategias que en diversas épocas desarrollaron varios actores que se hallaron en esos escenarios de encuentros (Castelnau-L’Estoile, 2011). El vínculo entre centro y periferia podría ser sujeto a discusión a través de trabajos que se enfoquen sobre las varias movilidades e intercambios de las cuales el margen es a la vez producto y teatro. La percepción de este entredós, por aquellos que lo ocupan de modo temporario o permanente, sugiere también contemplar la cuestión de los imaginarios y de la fábrica de identidades en un espacio intermediario cuyo aislamiento puede resultar de hecho muy relativo.

A manera de apertura, recordemos que el margen es relativo y contingente: se crea y recrea en un mismo lugar, aparece y desaparece en el tiempo. En definitiva, no es un estado sino un proceso contextual y así podemos preguntarnos ¿cómo pueden los márgenes ser escenarios de reconfiguración de papeles sociales?; ¿En qué medida el margen puede consistir en un espacio de negociación y de ajuste permanente? Podremos analizar varios ejemplos de este fenómeno, y todas estas situaciones podrán también ser objeto de reflexiones comparativas durante la JJA.
 


Modalidades de inscripción

Esta convocatoria se dirige a las/los estudiantes inscrita.o.s en Maestría y Doctorado, así como a jóvenes investigadoras e investigadores postdoctorales, en Ciencias Humanas y Sociales que trabajen sobre las Américas. Las candidatas y los candidatos tendrán que completar el formulario en línea, disponible mediante este enlace, hasta el 1 de marzo de 2022 (10h, hora de la Ciudad de México)

Deberán adjuntar un currículum, y un resumen en español de 500 palabras como máximo, en el que expondrán: el objeto de estudio, el terreno o los fondos de archivo de la investigación, el enfoque metodológico y cinco palabras clave.

La lengua de las jornadas será el español. Los resultados de la selección se comunicarán a partir del 24 de marzo de 2022. 

Para cualquier información al respecto: jja@casadevelazquez.org
 

Aspectos prácticos en Ciudad de México y Madrid

En Ciudad de México, los organizadores ofrecen dos almuerzos. Asimismo, los y las participantes podrán solicitar el apoyo de los organizadores para su viaje y para su alojamiento.

En Madrid, las Jornadas tendrán lugar en la Casa de Velázquez. Los organizadores ofrecen un alojamiento con desayuno para las noches del 6,7 y 8 de julio para los y las participantes que no residan en Madrid y que lo soliciten así como dos almuerzos. Los transportes y las cenas correrán a cargo de las y los participantes.
 


  • Michel Bertrand
    Director de la Casa de Velázquez
  • Maya Collombon
    Directora del CEMCA
  • Luis González Fernández
    Director de estudios EHEHI – Casa de Velázquez
  • Jade Latargère
    CEMCA
  • Aliocha Maldavsky
    Directora del IFEA
  • Benjamin Moallic
    CEMCA
     
  • Jérémie Denicourt
    CEMCA, EHESS
  • Eliott Ducharme
    CEMCA – Université Gustave Eiffel
  • Emmanuelle Hellio
    EHEHI/Casa de Velázquez – Urmis
  • Magali Hulot
    CEMCA – Université Paris-Nanterre
  • Mélanie Lercier
    IFEA – Université Rennes 2
  • Lucie Miramont
    LISST-CAS – IFEA
  • Sharie Neira Rios
    IdA, IFEA – Université de Paris
  • Charlotte Ortiz
    EHEHI/Casa de Velázquez – CLEA – Sorbonne Université 
  • Thomas Posado
    EHEHI/Casa de Velázquez – CRESPPA-CSU
  • Mélanie Toulhoat
    EHEHI/Casa de Velázquez
  • Maxime Toutain
    EHEHI/Casa de Velázquez
     

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