Dr. Grégory Pereira, director, Universidad Paris 1 Panthéon-Sorbonne
A la llegada los españoles, un poderoso estado, independiente del imperio azteca, dominaba la región de Michoacán y los territorios limítrofes de Jalisco y de Guanajuato. Los habitantes de dicho reino son llamados tarascos en las crónicas del siglo XVI. A pesar de su importante papel en la historia mesoamericana posclásica, la civilización tarasca sigue siendo mal conocida. Los indígenas purhépechas que siguen viviendo en las altas tierras de Michoacán son sus descendientes directos.
El objetivo general del Proyecto Uacúsecha es entender los antecedentes y la formación del reino tarasco, cuya génesis sigue siendo poco conocida. Según la Relación de Michoacán (1540) su nacimiento se relacionaría con la historia de los uacúsecha, un grupo chichimeca que llegó tardíamente en la zona tras migraciones sucesivas. Según tal relación dicho grupo se habría establecido en la región de Zacapu hacia el siglo XIII antes de mudarse al valle de Pátzcuaro que llegó a ser, dos siglos más tarde, el centro de su reino.
Es justamente en la región de Zacapu donde estamos llevando a cabo investigaciones con el fin de entender los antecedentes de la formación del reino tarasco.
Nuestro proyecto parte de los conocimientos adquiridos durante las investigaciones francesas realizadas en los años 1980-1990 en el marco del Proyecto Michoacán (MAE-CEMCA/CNRS). Estableciendo los fundamentos de la arqueología regional, dichas investigaciones habían demostrado que la llegada de los Uacúsechas coincidía con la emergencia de varias aglomeraciones urbanas inéditas ubicadas sobre una zona de derrames volcánicos conocida bajo el nombre de " Malpaís de Zacapu".
Los trabajos actuales se enfocan en el sitio de Malpaís Prieto, también conocido como « La Ciudad Perdida ». Edificado entre los siglos XII y XIV, esta antigua ciudad se extiende sobre una superficie de 40 ha. Se singulariza por un entorno excepcional: una colada volcánica que los habitantes del sitio han tenido que acondicionar pero que marca sin embargo la fisonomía del sitio. Sin duda, el conjunto forma una paisaje ecológico y cultural muy original y llamativo. Las investigaciones actuales procuran entender, gracias al uso de métodos de la arqueología moderna, la forma de vida de los antiguos habitantes en este ambiente inhóspito, tanto en su dimensión cotidiana, como en su organización social y política.
Instituciones patrocinadoras del proyecto
El proyecto Uacúsecha está apoyado por varias instituciones francesas y mexicanas. Los financiamientos necesarios para los trabajos de campo provienen de la Secretaria de Relaciones Exteriores (MAE) y del laboratorio de investigación «Archéologie des Amériques» (CNRS-Paris 1). Beneficia también del apoyo logístico (bodegas, laboratorios) del Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA), de la Embajada de Francia y CNRS.
El proyecto se realiza, evidentemente, con el acuerdo del Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia y colabora con dos instituciones mexicanas: la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) que participa en los trabajos de campo y laboratorio, así como el Laboratorio de Prospección Arqueológica de la UNAM. También cuenta con una colaboración de la universidad norteamericana, Colorado State University.
Los trabajos de campo y laboratorio se realizan con un equipo interdisciplinario de alrededor de quince investigadores y estudiantes franceses (CNRS, Paris 1, CEMCA, Muséum National d’Histoire Naturelle, Rennes (1) y mexicanos (ENCRyM, UNAM, ENAH, UAZ, UADY)
Más información: http://uacusecha.blogspot.com/
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