PRESENTACIÓN DEL PROYECTO

Desde los primeros reportes (finales del siglo XIX e inicios del XX), se ha insistido en la originalidad, notablemente a nivel arquitectónico, de la zona que se bautizó “Río Bec”, un nombre que se extendió después a la región de unos 6500 km² situada entre las tierras bajas mayas centrales (Petén) y aquellas del norte y donde hubo, a la vez un mismo estilo constructivo y decorativo, pero también patrones de asentamiento especiales: en efecto en ella, en lugar de centros de población nucleados y dotados de dispositivos para actos de la vida pública (plazas, templos-pirámides, canchas de juego de pelota), existen, arriba de la jerarquía, grupos monumentales, en general no muy extensos, fundamentalmente residenciales, dispersos pero poco separados entre sí.

El proyecto Río Bec ha tenido dos objetivos principales: entender los fundamentos sociopolíticos de este patrón de asentamiento e identificar las condiciones económicas que permitieron que esta variante de la civilización maya clásica se desarrollara exitosamente entre 550 y 950 d.C.

El proyecto se desarrolló a tres escalas espaciales distintas: un sector “nuclear” de 159 hectáreas con numerosos grupos monumentales que se recorrió integralmente; alrededor de éste, una microrregión de 10 x 10 km donde trabajos de reconocimiento y sondeos permitieron registrar y datar 74 grupos monumentales; un conjunto de 3 grupos monumentales que fueron extensiva e intensivamente excavados y consolidados.

Los resultados conseguidos conciernen muchos dominios: cronología, arte de construir, modos de producción agrícola, prácticas funerarias, organización sociopolítica…

Apoyos al proyecto: Ministère des Affaires étrangères, CNRS, CEMCA, Empresas francesas en México, A.C., compañía CIMESA, SEDESOL (Gobierno del Estado de Campeche), INAH Campeche.